Titulares Económicos Semanales
Semana del 3 al 10 de junio de 2022

Titulares que impactaron en el comportamiento esta semana:

Focos Nacionales e Internacionales

En Chile, el Banco Central aumentó la tasa de interés a 9%, la más alta en dos décadas.

En mayo, los precios aumentaron 1,2% respecto al mes anterior y la inflación en 12 meses alcanzó su cifra más alta desde 1994.

En Europa, el Banco Central aumentará en julio las tasas de interés en 25 puntos base.

En China, tras registrar nuevos contagios por Covid-19, se volverá a restringir la movilidad en Shanghái.

Un IPoM sin grandes sorpresas

En el ámbito internacional, el IPC por sobre lo esperado en EE.UU. sacude a los mercados globales

Luego de incrementar la tasa de política monetaria en 75 puntos base, esta semana el Banco Central presentó el Informe de Política Monetaria (IPoM) de junio, donde ajustó significativamente al alza las proyecciones de inflación para este año (desde 5,6% previsto en marzo hasta 9,9%), alineándose a las estimaciones del mercado. Esto, en un contexto donde el IPC de mayo volvió a mostrar un incremento (1,2% m/m) que elevó la inflación hasta 11,5%.

En su informe, el Consejo aumentó el rango de crecimiento de la actividad local esperado para 2022 (desde 1%/2% hasta 1,5%/2,25%) y lo rebajó de manera importante para 2023 (desde -0,25%/0,75%, hasta -1%/0%). Estos cambios se explican por la resiliencia que ha mostrado el consumo hasta ahora —el cual se ha sostenido por la liquidez que aún mantienen los hogares— el que continuaría elevado por más tiempo para luego contraerse en 2023. A esto se suma una inversión más castigada tanto este año como el próximo por condiciones financieras más estrechas, un elevado nivel de incertidumbre y un sector externo más débil producto de condiciones externas menos favorables.

De acuerdo con las proyecciones del informe, la desaceleración de la actividad desde el segundo semestre, junto con una moderación en los precios de las materias primas, llevarían a una rápida convergencia de la inflación a la meta ya en el segundo semestre de 2023 (2,9% en diciembre). Esto constituye una discrepancia significativa de la visión de mercado —y nuestras propias proyecciones—, donde se prevé una convergencia mucho más gradual (4,6% en diciembre de 2023, según la Encuesta de Expectativas Económicas).

Ante este escenario, el Banco Central volvió a modificar su forward guidance para la política monetaria, subiendo en casi 200 pb el punto medio del corredor de TPM respecto al IPoM de marzo. Según la nueva trayectoria, el Consejo avizora que la tasa podría escalar 50 pb adicionales en julio, cerrando su ciclo con la TPM en 9,5%. Luego podría descender desde fines de año, aunque a un ritmo pausado (cerraría en 6% a fines de 2023). Si bien esto es similar a lo contenido en los precios de mercado, aparece como contradictorio con la dinámica para la inflación prevista por el propio Consejo.

Respuesta de mercado

El escenario de mayor tasa de interés empujó a una respuesta inmediata en la moneda local. El tipo de cambio cayó $6, hasta los $822. Sin embargo, un nuevo fortalecimiento del dólar global, luego de conocido el IPC de EE.UU. de mayo que sorprendió al alza, y una caída del cobre, llevaron a revertir esta caída. Así, la paridad cerró la semana en torno a $840. Así también, las tasas de interés —en particular las de corto plazo— escalaron 20 pb en promedio, ajustándose al techo del corredor de tasas del IPoM.

Las tasas de largo plazo que venían con una tendencia a la baja, en línea con la desaceleración de la actividad, treparon 3 pb (BTP10: 6,4%), algo menos que sus referentes externos. Las tasas reales se elevaron en mayor magnitud (BTU10: 2,1%), dando cuenta del escenario de convergencia inflacionaria de mediano plazo.

Sorpresa inflacionaria en EE.UU. alimenta la volatilidad en los mercados globales

Al cierre de este informe, en el ámbito internacional la atención del mercado estuvo centrada en el dato de IPC de mayo de EE.UU., el cual resultó por sobre lo previsto (1% m/m vs 0,7%) y llevó la medida anual hasta 8,6% (8,3% esperado), máximo desde diciembre de 1981. Por su parte, la medida subyacente también continuó con la tendencia alcista (0,6% m/m vs 0,5% esperado; 6% a/a vs 5,9% esperado), reforzando la preocupación por la persistencia inflacionaria y alentando el retiro de estímulos por parte de la Fed de cara a su reunión de la próxima semana. Lo anterior gatilló que los rendimientos de los bonos del tesoro de las principales economías marcaran una fuerte tendencia al alza en la semana y subieran más de 25 pb en promedio, con el T10 en EE.UU. superando el 3% y en niveles comparables a máximos de 2018.

Con esto, se sumó una caída histórica en el indicador de sentimiento de la U. de Michigan preliminar de junio (50,2 vs 58,1 esperado), alcanzando su valor más bajo registrado, comparable al mínimo alcanzado en medio de la recesión de 1980. En el ámbito laboral, si bien los subsidios iniciales de desempleo en EE.UU. se mantienen aún en niveles bajos comparados históricamente, en la última semana sorprendieron desfavorablemente (229 mil vs 206 mil esperados).

En este contexto, las plazas norteamericanas y europeas se acoplaron con disminuciones cercanas al 5% con respecto a la semana previa. El dólar global se fortaleció (DXY: +2%), la volatilidad mostró un aumento (VIX: +4 puntos) y los precios de las materias primas de referencia volvieron a exhibir comportamientos disímiles (cobre: -4%; petróleo WTI: +2%; agrícolas: +2%).

Los mercados emergentes fueron la excepción, gracias a China, que avanzó casi un 4% en medio del desconfinamiento gradual en grandes ciudades, el repunte del sector tecnológico que se observó en la semana y buenas cifras de comercio exterior que sorprendieron al alza en mayo (exportaciones: 166,9% vs 8% esperado; importaciones: 4,1% vs 2,8% esperado).

Por su parte, tal como se venía anticipando, el Banco Central Europeo (BCE) anunció el inicio de su proceso de normalización monetaria a partir del próximo mes, la que sería la primera subida de tasas en más de una década. En su reunión de junio, el Consejo anticipó un incremento de 25 pb en julio, sin descartar una similar en septiembre, que podría ser de mayor cuantía sujeto a la evolución de la inflación, lo cual otorgó el sesgo hawkish percibido por el mercado.

Junto con esto, anunciaron la finalización de las compras netas del Programa de Compra de Activos a partir del 1 de julio. Lo anterior se da ante el reconocimiento de la elevada y persistente inflación, y en medio de temores por los efectos de la guerra sobre la actividad europea, lo que llevó a corregir sus pronósticos de crecimiento a la baja (a 2,8% en 2022 y 2,1% en 2023) y al alza los de la inflación (6,8% en 2022 y 3,5% en 2023), respecto de lo estimado en marzo.

(Fuentes: AFP CAPITAL, BANCO CENTRAL BLOOMBERG, DIARIO FINANCIERO, EL DÍNAMO. EL MOSTRADOR,SANTANDER)