Un IPoM relativamente optimista
Las proyecciones de actividad e inflación se revisaron al alza, mientras que la TPM se mantendría en 0,5% por «gran parte» del horizonte de política.
En su IPoM (Informe de Política Monetaria) de septiembre, el Banco Central ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento para la economía chilena este año, incorporando la última información disponible. Dentro de esto, destaca el retiro de fondos de pensiones, que no estaba contemplado en el informe anterior, lo que se suma a un diagnóstico algo más benigno respecto de cómo ha evolucionado la pandemia en Chile y el mundo. Así, si en junio se estimaba que la economía tendría una contracción entre -5,5% y -7,5% este año, ahora se prevé una contracción menor, entre -4,5% y -5,5%.
Al analizar los componentes de la demanda, llama la atención que la revisión al alza se debe a una visión menos negativa respecto de la inversión. La proyección de consumo se mantiene respecto del IPoM de junio, en circunstancias de que el retiro de fondos de pensiones debiese tener un impacto muy relevante en esa variable. Lo anterior se debe a que las cifras efectivas de consumo del segundo trimestre -conocidas en agosto- fueron sustantivamente más negativas de lo estimado en su momento.
Por el lado externo, destaca la revisión al alza del precio del cobre (US$ 2,70 lb) y una visión relativamente optimista para el crecimiento de China durante este año (1,9%), por encima de lo que proyectan otros organismos. A pesar de ello, el informe corrige a la baja las exportaciones y la estimación de la cuenta corriente pasa de un superávit a déficit.
Si bien la inflación para el cierre de este año se revisa al alza desde 2% hasta 2,4% -coherente con las presiones en los precios que se pudiese generar a partir del retiro de fondos de pensiones, esto sería algo transitorio y se señala que la inflación no caería debajo 2% y recién convergería a 3% en 2022, tal como se mencionó en el IPoM previo.
Por último, siguiendo la línea de lo comunicado ayer tras la Reunión de Política Monetaria (RPM), se señala que la Tasa de Política Monetaria (TPM) se mantendría en su mínimo técnico “gran” parte del horizonte de política, lo que es una ligera modificación del enunciado de la RPM previa donde se señalaba que la tasa rectora estaría en ese nivel durante todo el horizonte de política.
Es importante destacar que, dentro de los supuestos del IPoM, la crisis social que ha enfrentado el país se encauza institucionalmente, lo que implica que no hay disrupciones en la actividad por alteraciones al orden público. También se asume que la pandemia evoluciona favorablemente y que no hay un endurecimiento de las medidas de confinamiento, lo que a la luz de la experiencia de otros países que han enfrentado rebrotes parece un supuesto razonable.
Por último, el informe hace una evaluación positiva de las medidas tanto monetarias como fiscales que han permitido la expansión del crédito en el contexto de la crisis, dando un claro carácter contracíclico a una variable que históricamente se contrae junto con la actividad. Este resultado es importante para acotar los efectos permanentes de la pandemia en el tejido productivo. En esa línea, el IPoM considera entre los principales riesgos al escenario base el que se agudicen los problemas de liquidez de las empresas, afectando la solvencia de estas. Si eso sucediera, la crisis podría generar problemas de estabilidad financiera. De ahí, la importancia de políticas públicas y regulaciones bien calibradas.
Banco Central mantiene tasa en 0,5% en una Reunión de Política Monetaria sin grandes sorpresas
El comunicado destaca signos de recuperación de la economía local e incluye un sutil cambio en las perspectivas para la tasa rectora.
Tal como se esperaba, el Banco Central mantuvo la Tasa de Política Monetaria en 0,5% y anunció la prórroga de las medidas de tipo cuantitativo que ha venido implementando desde hace algunos meses. En su diagnóstico -que será profundizado mañana junto con el IPoM- destacan que la respuesta sanitaria al Covid-19 ha mejorado en varios países y que, a pesar de los rebrotes en algunos lugares, no se han vuelto a instaurar medidas tan restrictivas como al comienzo de la pandemia.
A nivel local, enfatizan los signos de recuperación que muestra la economía, debido al retiro gradual de las medidas de control sanitario, la adaptación de algunos sectores a las nuevas condiciones y las políticas de estímulo. Aun así, reconocen que el mercado laboral se mantiene muy débil. Respecto de la inflación, destacan que en el corto plazo habrá algo de mayor presión en los precios debido a las medidas de apoyo a los ingresos, las que incluyen el Ingreso Familiar de Emergencia y el retiro de fondos de pensiones.
Respecto de la orientación de la política monetaria, lo más destacable es el sutil cambio en relación a las proyecciones para la TPM. El comunicado de la reunión anterior señalaba que la tasa permanecería en su mínimo técnico (0,5%) durante todo el horizonte de proyección, mientras que en este comunicado se dice que se mantendrá durante “gran parte del horizonte de política monetaria de dos años”.
Además, señalan que seguirán evaluando opciones para adecuar el impulso y apoyar la estabilidad financiera en caso de que la economía así lo requiera. Esto dice relación con la nueva facultad constitucional entregada al instituto emisor para comprar títulos de deuda soberana en los mercados secundarios. Estimamos que, en el contexto actual, no será necesario recurrir a tal herramienta. Las tasas de largo plazo han descendido y se encuentran en mínimos históricos. Si el Banco Central considerara necesario aumentar el impulso monetario, podría revisar el mínimo técnico para la TPM y recortarla en 25 puntos base. Dado el mecanismo de funcionamiento de la línea FCIC y los créditos Covid, esto podría generar un mayor estímulo de forma directa. Solo en caso de que las tasas de largo plazo suban de manera abrupta, el Banco Central usaría la nueva facultad de compra de deuda pública para así atenuar su volatilidad.
Imacec de julio (-10,7% a/a) muestra, por segundo mes consecutivo, una recuperación de la actividad
La actividad no minera repunta de la mano del comercio y las manufacturas, pero en agosto la contracción interanual de la actividad seguiría siendo de dos dígitos.
En línea con lo que estimamos una vez conocidos los datos sectoriales (Santander: -11%; Bloomberg: -12%; EEE: -12%) la variación anual del Imacec fue menos negativa que en los meses previos, dando cuenta de que el proceso de recuperación de la actividad continuó adelante por segundo mes consecutivo (1,7% m/m julio, 0,8% m/m en junio), en un contexto de paulatino levantamiento de las medidas de confinamiento.
Coherente con lo reportado ayer por el INE en su informe sobre actividad sectorial, el Imacec minero siguió mostrando resiliencia y volvió a expandirse en el margen (0,9% m/m; 1,4% a/a), a pesar de las intensas medidas de distanciamiento social en los distritos mineros y anuncios de paralización de faenas por motivos sanitarios. La actividad no minera exhibió una nueva aceleración en la punta (1,8% m/m vs. 0,8% en junio), reflejo de la recuperación que exhibe el comercio y, en el último dato, del alza de la actividad manufacturera.
En agosto, el progresivo levantamiento de las medidas de confinamiento y el impulso al consumo del retiro de fondos de las AFP contribuiría a un alza más intensa de la economía. Los indicadores adelantados ya presentan indicios de un buen desempeño. El índice de movilidad construido a partir de datos de Apple se ubicó en 61,8% en agosto, muy por sobre el 46,5% de julio. Por su parte, la generación eléctrica se recuperó en el mes (0,1% m/m), luego de haber retrocedido de manera importante el mes anterior. Las ventas de automóviles también habrían registrado un fuerte incremento, según se desprende de evidencia anecdótica. Con todo, la actividad sigue muy por debajo de sus niveles previos a la pandemia. Además, la base de comparación para agosto es más exigente, por lo que la variación anual seguirá siendo muy negativa, estimamos que en torno a -11%. En septiembre y octubre se verán mejoras mucho más sustantivas en las variaciones anuales del Imacec.