Titulares Económicos Semanales Semana del 28 de Septiembre al 5 de Octubre de 2020


Visión de mercados

Presupuesto 2021 reduce el impulso fiscal, pero mantiene gasto elevado

El presupuesto se enmarca en el acuerdo político suscrito en junio y contempla un crecimiento nulo del gasto, pero con un mayor énfasis en inversión. Con ello, el déficit fiscal retrocederá desde 8,2% del PIB en 2020 hasta 4,3% en 2021.

El Gobierno ingresó al Congreso Nacional el proyecto de Ley de Presupuestos de 2021, el cual contempla un gasto de US$ 73.300 millones. Esto corresponde a un incremento real de 0% respecto a la proyección de ejecución para este año. Cerca de un 7% del gasto propuesto (US$ 5.225 millones) corresponde al denominado Fondo de Emergencia Transitorio, que se enmarca en el acuerdo alcanzado entre el Ejecutivo y la oposición en junio pasado con el propósito de disponer de recursos extraordinarios para enfrentar la crisis económica derivada del Covid-19. También hay un énfasis en la inversión pública, la que tendría una expansión de más de 14%, luego de contraerse casi 10% en 2020.

Con ello, el déficit público retrocedería hasta 4,3% del PIB, en tanto que la deuda bruta subiría hasta más de un 36% del PIB (la mayor cifra desde 1991). Parte de la reducción del déficit se debería a la reversión de una serie de medidas de apoyo a la liquidez de las empresas, que han significado una merma transitoria en los ingresos fiscales de este año. Con todo, el supuesto de crecimiento de 18% de los ingresos para el próximo año se vislumbra algo optimista.

En lo que va del año, el gasto se ha venido acelerando impulsado por las medidas de apoyo para la emergencia sanitaria. Hasta el segundo trimestre el gasto había tenido un crecimiento moderado, con una subejecución importante del gasto de capital en el contexto de confinamiento. Sin embargo, en julio y agosto se ha visto una fuerte aceleración del gasto corriente, con el componente de Subsidios y Donaciones creciendo a cifras muy elevadas, con desembolsos cercanos de US$ 3.400 millones en el bimestre julio-agosto. De esta manera, estimamos que al cierre de año el gasto de Gobierno tendrá un incremento real cercano a 11% respecto al año previo.

Recuperación de la economía continuó en agosto, pero más débil de lo que se esperaba

El Imacec del octavo mes del año volvió a mostrar una recuperación respecto del registro previo (2,8%), pero menos intensa de lo que se presuponía. Con ello, la variación anual de la actividad retrocedió hasta -11,3%. Detrás de la sorpresa estuvieron los deterioros en minería, construcción y algunos servicios y un avance lento en la manufactura. Destacó en el mes la fuerte alza del comercio minorista que, según los datos del INE, creció 2,8% respecto del año previo (más de 30% en relación a julio). En esto influyó la mayor liquidez de los hogares gracias a la materialización del Ingreso Familiar de Emergencia y el retiro de los fondos de pensiones.

En este contexto, el mercado laboral mostró un primer avance, luego de varios meses de destrucción de puestos de trabajo. Así, en el trimestre móvil terminado en agosto, se crearon 119 mil empleos netos, algo menos de lo que esperábamos. Por su parte, la fuerza de trabajo también se recuperó (121 mil personas) con lo que la tasa de desempleo tuvo un ligero retroceso, desde 13,1% hasta 12,9%.

En los próximos registros debiésemos seguir observando mejoras en la actividad debido al avance en el proceso de desconfinamiento y efectos rezagados del shock de liquidez recibido en los hogares. Para septiembre, varios indicadores apuntan a una recuperación algo más intensa que en agosto. La generación de electricidad tuvo un crecimiento de 0,5% a/a (-1,5% en agosto), las exportaciones se expandieron a tasas elevadas (11,8% a/a acumulado a la tercera semana del mes) y las importaciones tuvieron una contracción menos intensa (-7,7% a/a acumulado a la tercera semana). También las expectativas exhiben una recuperación: el IMCE sin minería llegó a 46,59, su mayor nivel desde octubre del año pasado, mientras que la percepción sobre la situación del país está por primera vez en lo que va del año en zona optimista (50,37). De esta manera, estimamos que la economía tendrá un avance en torno a 5% m/m (-6% a/a) en septiembre.

Mercados se mantienen expectantes ante posible nuevo plan de estímulo fiscal en EE.UU.

Luego de que la semana pasada el presidente de la Fed insistiera en la necesidad de nuevos estímulos fiscales para apuntalar la economía, a lo que se sumó un aumento de las nóminas no agrícolas menor a lo anticipado (661 mil vs. 850 mil est. y 1,5 millones en agosto), una más lenta disminución de las solicitudes semanales al seguro de cesantía y los anuncios de masivos despidos en Disney y algunas aerolíneas, las posiciones entre demócratas y republicanos se han acercado. La Cámara Baja aprobó un nuevo programa por US$ 2,2 billones. Las negociaciones ahora se trasladan al Senado, donde el monto que proponen los republicanos es de US$1,5 billones. Aunque el optimismo inicial ha cedido un poco, las negociaciones no están cerradas.

Sin embargo, la noticia que domina el cierre de la semana es el contagio de coronavirus del presidente de EE.UU. a solo cuatro semanas de las elecciones. Los mercados reaccionaron negativamente a la noticia, pero están lejos de borrar el avance del S&P 500 en la semana.

Hay algunas señales de que la recuperación de la economía china podría estar debilitándose. El PMI manufacturero tuvo un leve retroceso en septiembre (53,0 vs. 53,1 en agosto). Sin embargo, esto no parece suficiente fundamento para la fuerte liquidación de posiciones especulativas en el mercado del cobre que ha derrumbado su precio hasta US$ 2,93 la libra (-1,4%) en los últimos días. Tampoco alcanza con el incremento reciente de los inventarios en la Bolsa de Londres, que si bien son mayores, vienen de mínimos registrados un mes atrás.

Es la incertidumbre en torno a la segunda ola de contagios la que está infundiendo mayor temor en los inversionistas. Esto ha afectado al crudo que ha retrocedido casi 7,5% en la semana, ha incrementado 2,4% el precio del oro y ha mantenido elevada la volatilidad (VIX: 28,5%).

A nivel local, el tipo de cambio tuvo una semana estable en torno a los $785, aunque al cierre de este informe repuntó y se cotizaba por sobre los $790. Este movimiento de cierre de semana está explicado principalmente por la sustantiva caída del cobre, cercana a 5%, luego de conocerse cifras de mayores inventarios y los rebrotes de Covid-19 en las economías avanzadas.

El IPSA se ha mantenido estable en torno a 3.600 puntos durante la semana, luego de que el 23 de septiembre alcanzara su menor nivel desde mediados de mayo. En cambio, la renta fija tuvo una tendencia a la baja durante los últimos días, con las tasas largas en UF aumentando hasta 20 pb.