Titulares que impactaron en el comportamiento esta semana:
Focos Nacionales e Internacionales
En Chile, el Banco Central indicó que se acerca el fin de la etapa de alza de tasas y que la credibilidad de la política monetaria es crucial para enfrentar la contingencia.
El Ministerio de Hacienda anunció que liquidará US$5.000 millones de excedentes en caja en los próximos 60 días, para aplacar la subida del dólar.
En Estados Unidos, el presidente de la FED indicó que no descarta una posible recesión en el país.
En Europa, la presidenta del Banco Central reafirmó su intención de subir la tasa de interés para contener las presiones inflacionarias.
A pesar del sorpresivo Imacec, datos subyacentes de actividad dan cuenta de una importante moderación
Los temores ante una posible recesión global han llevado a caídas adicionales de los activos locales. El tipo de cambio alcanza nuevos máximos históricos.
Si bien la variación anual del Imacec de mayo estuvo algo por sobre lo que se esperaba (6,4%; Santander 6%), el registro estuvo influido por factores positivos de carácter transitorio. En particular, destacó el fuerte rebote de la minería —luego de magros registros en la primera parte del año— y el hecho de que el mes contara con dos días hábiles adicionales. Ajustado por este factor y por la estacionalidad habitual, el Imacec tuvo una pequeña caída respecto de abril. Pero, sin duda, lo más destacado fue la importante contracción mensual de los sectores no mineros (-0,9%) debido a las fuertes caídas en las áreas de Comercio (-2,3% m/m) y de Manufacturas (-1,5% m/m), parcialmente compensadas por el aumento del Resto de Bienes (1,4%), el cual incluye Construcción. El sector Servicios sigue relativamente plano por tercer mes consecutivo.
Estos datos dan cuenta de que la economía sigue su proceso de ajuste, especialmente en los sectores asociados al consumo de los hogares, donde ya adelantábamos que los niveles vistos hasta la fecha no eran sostenibles en el tiempo. El empleo, remuneraciones y condiciones financieras más estrechas, no son compatibles en el mediano plazo con un consumo fuerte.
Por su parte, el sector manufacturero ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos meses y el de resto de bienes que, más allá del último dato, se ha mantenido sin una tendencia clara. La minería no ha cambiado sus condiciones de producción que permitan aumentarla sostenidamente en el tiempo. A esto se suma, el contexto internacional donde el escenario global se ha deteriorado de manera importante.
Con todo, prevemos que en los próximos meses la actividad seguirá contrayéndose, conforme la minería se estabiliza y los sectores no mineros siguen perdiendo fuerza. De esta forma, estimamos que el Imacec de junio habría tenido una expansión anual en el rango 2,5% – 3%, y en los meses siguientes observaríamos registros negativos. Con ello, mantenemos nuestra proyección de un crecimiento anual de 1,5%.
Creciente preocupación por recesión global vuelve a tumbar los mercados
Tras el cierre de la primera mitad del año, los mercados financieros internacionales han vuelto a retroceder de manera intensa, afectados por la perspectiva de una política monetaria más dura en el corto plazo para frenar la escalada inflacionaria y los crecientes temores por una posible recesión global.
Los datos preliminares del IPC de junio en la Zona Euro (8,6% vs 8,5% esperado; 8,1% previo) y del gasto del consumidor en EE.UU. más débiles de lo proyectado (0,2% vs 0,4% esperado; 0,6% previo) reforzaron las preocupaciones durante la semana. En este contexto, el dólar se fortaleció en 1% (DXY: 105 puntos); la volatilidad aumentó (VIX: +2 puntos); las bolsas cayeron (MSCI global: -3%; MSCI emergentes: -1%; Zona Euro: -2%; EE.UU.: -3%) y las tasas de largo plazo en las principales economías han retrocedido más de 20 pb en promedio, con el T10 en EE.UU. ubicándose por debajo del 3%, el nivel más bajo desde principios de junio.
En medio de perspectivas de una demanda global más débil, los precios de las materias primas confirmaron una tendencia bajista respecto al cierre de la semana anterior (índice agregado de commodities: -4%), liderada por los componentes agrícola (-5%) y energético (-4%). Este último se vio impulsado por el anuncio de la OPEP+ de aumentar la producción de petróleo para agosto en 648 mil barriles por día, restaurando así los suministros detenidos durante la pandemia. El petróleo WTI reaccionó inicialmente con una caída de 4% volviendo a niveles por debajo de los US$ 110 el barril. Cabe destacar, sin embargo, que desde inicios de año el precio del crudo ha escalado un 40% a raíz de los impactos y las sanciones económicas tras la invasión de Rusia a Ucrania.
Por su parte, los indicadores de PMI correspondientes a junio en China mostraron un avance importante luego del impacto de los severos confinamientos que se impusieron por más de dos meses. El impulso logró posicionar a los índices por sobre el umbral de 50 luego de tres meses consecutivos en terreno de pesimismo (manufactura: 50,2 vs 49,6 previo; servicios: 54,7 vs 47,8 previo: compuesto: 54,1 vs 48,4 previo; manufactura Caixin: 51,7 vs 48,1 previo). Así, la plaza china se desmarcó de la tendencia global y cierra la semana al alza (+2%).
Depreciación del tipo de cambio sigue respondiendo mayormente a fundamentales
Los temores de una recesión internacional han llevado a una nueva semana de caídas para los activos locales. En particular, el tipo de cambio alcanza nuevos máximos históricos al cerrar en $936 (2% semanal). Este desplome obedece a nuevas caídas del precio del cobre que, durante la jornada, ha llegado a un mínimo de US$3,6 (nivel no observado desde febrero de 2021). Si bien la depreciación de la moneda local supera a la de otras economías exportadoras de materias primas, está en línea con los movimientos regionales. Esto da cuenta del impacto financiero del desarme de posiciones por parte de los inversionistas internacionales, que durante junio acumulan ventas forward de moneda local por US$2.500 millones.
En este sentido, las variaciones del tipo de cambio han respondido principalmente a variables fundamentales, por lo que una intervención cambiaria tendría un impacto acotado y transitorio. De hecho, tras los anuncios del Ministerio de Hacienda —venta de hasta US$5.000 millones— y del Banco Central —acceso a nueva línea de liquidez del BIS—, la paridad no ha modificado su senda alcista. Con todo, observamos cierta desviación en los aumentos del tipo de cambio en el margen. De mantenerse esta tendencia, podríamos entrar en un terreno que amerite alguna intervención adicional.
(Fuentes: AFP CAPAITAL, BANCO CENTRAL, BLOOMBERG, EL DINAMO, EL MOSTRADOR, INFOBAE, SANTANDER)