TITULARES ECONÓMICOS SEMANALES SEMANA DEL 21 AL 28 DE ENERO DE 2022

Titulares que impactaron en el comportamiento esta semana:

Focos  Nacionales e Internacionales

En Chile, el mercado reaccionó con optimismo tras la designación de Mario Marcel como Ministro de Hacienda en el Gobierno del presidente electo Gabriel Boric.

China sigue enviando señales de estar estimulando su economía. Se recortó la tasa de los créditos hipotecarios y el precio del cobre va al alza.

En Europa, la inflación cerró el 2021 con un 5% anual. Por otro lado, pese a que el Banco Central redujo el estímulo monetario, no hay señales de un aumento en las tasas de interés.

En Estados Unidos, se anticipa un alza en las tasas de interés para mayo.

 

Banco Central sube con fuerza su tasa de política monetaria

Lo anterior, junto con el sesgo restrictivo de la Fed, provocaron una moderación en la tendencia al alza de los activos locales

 

n la primera Reunión de Política Monetaria del año, el Consejo del Banco Central decidió en forma unánime subir la TPM en 150 puntos base, algo por sobre lo que esperaba la media del mercado (125 pb), ubicando la tasa rectora en 5,5%.

 

El comunicado señala que esta decisión es coherente con una trayectoria de política monetaria que, en el corto plazo, se ubicaría en el borde superior del corredor de tasa considerado en el IPoM pasado -entre 6,5% y 7%. De este modo, estimamos que la TPM subirá en 100 pb en la reunión de marzo y se mantendrá estable por varios meses.

 

La rápida subida de tasa del ente emisor en los últimos meses le ha permitido ponerse “delante de la curva”, lo que ha comenzado a reflejarse en reducciones en las proyecciones de precios. En la medida que la economía se desacelere en la segunda parte del año y que la inflación empiece a moderarse durante el tercer trimestre, el Banco Central tendrá espacio para empezar a relajar su política en el último cuarto de 2022.

 

 

 

Activos locales se recuperan, pero se moderan tras anuncios de política monetaria

 

La menor incertidumbre tras las señales políticas del nuevo gobierno llevó a que, pese al significativo incremento de los contagios debido a la propagación de la variante Ómicron y de la desfavorable evolución de factores externos, los mercados financieros locales terminaran el primer mes del año con el pie derecho. El IPSA volvió a superar los 4.500 puntos, el tipo de cambio se cotizó durante gran parte de la semana en torno a los $800 y las tasas de largo plazo retrocedieron 30 puntos base (BTP10 en 5,8%).

 

Sin embargo, los anuncios de política monetaria tras las reuniones de la Fed y del Banco Central de Chile moderaron las alzas. El dólar se tendió a apreciar a nivel global, lo que hizo subir el tipo de cambio en Chile, y las tasas de los bonos a dos años en pesos y en UF subieron de manera importante (80 y 40 pb, respectivamente). Sorprende que las tasas a plazos superiores a cinco años también se hayan elevado (BTP5: +44pb), lo que da cuenta de que las expectativas de mayores presiones inflacionarias aún están presentes. En tándem, las tasas swap inferiores a dos años también evidencian pronunciados aumentos, lo que sugiere que la trayectoria futura de la TPM se ubicará en niveles más elevados.

Durante la semana el Congreso aprobó la ley de Pensión Garantizada Universal (PGU) que contempla un mayor costo fiscal de 0,95% de PIB, junto a modificaciones tributarias para financiar el equivalente a 0,66% de PIB. La implementación de la PGU es gradual. Inicialmente se incrementa hasta un monto máximo de $185 mil el aporte a las personas que actualmente acceden al pilar solidario. Luego, en seis meses más, la cobertura se ampliaría para llegar al 90% de los hogares de menores recursos. Con ello, según el Informe Financiero, los montos públicos destinados a pensiones este año se incrementarían en cerca de US$ 1.500 millones (0,6% del PIB), lo que reduce la contracción del gasto público estimado para este año a -20% (desde -22,5%). 

La Fed confirma sesgo restrictivo para enfrentar la inflación

 

La semana estuvo marcada por las nuevas perspectivas económicas globales del FMI y los riesgos latentes para 2022 y 2023; la intensificación de las tensiones geopolíticas entre Rusia y Ucrania y la presión que esto ejerce en la percepción de riesgo e inflación global; la esperada primera reunión de la Fed y el sesgo hawkish de Powell, y todo esto, junto al inexorable seguimiento del avance de la variante Ómicron en el mundo.

 

Respecto a lo primero, el FMI corrigió a la baja las perspectivas de crecimiento mundial para 2022 en 50 puntos base desde su último reporte en octubre, hasta 4,4%. Entre los principales riesgos para el año destacan la inflación -más elevada y generalizada de lo previsto-, en un contexto de recuperación económica disruptiva, y el aumento de casos de la nueva cepa de Covid-19 que, a juicio del organismo internacional, puso a la economía global en una débil posición de inicio de año. Para 2023, la revisión fue al alza -hasta 3,8% (+20 pb)-, liderada por las economías emergentes y en desarrollo, para las cuales se espera un avance del 4,7%. Si bien la estimación para las economías avanzadas fue la que tuvo la más alta revisión (+40 pb), se anticipa una desaceleración desde el 3,9% para este año al 2,6% durante el próximo.

En EE.UU. la atención estuvo centrada en el sesgo restrictivo de la Reserva Federal. El comunicado per-se no tuvo grandes sorpresas, solamente ratificó el inminente inicio de la normalización monetaria; la reducción en la compra de activos al ritmo que el mercado anticipaba (terminando a principios de marzo) y la preocupación por las elevadas presiones inflacionarias que sostendrán la postura de la autoridad monetaria durante el año. Sin embargo, en la conferencia de prensa, el presidente Jerome Powell fue más explícito en confirmar un posible primer aumento de la tasa rectora en marzo, sin descartar alzas sucesivas durante todas las reuniones del Comité en el año, lo cual no estaba aún implícito en las perspectivas del mercado. A su vez, hizo mención a la próxima discusión sobre la hoja de balance y a la disposición a reducirla más pronto que lo previsto, lo cual fue interpretado como un claro sesgo hawkish con el fin de hacer frente a la inflación. Ayer, las cifras económicas confirmaron el favorable avance del mercado laboral (subsidios iniciales de desempleo: 260 mil vs. 265 mil esperado) y una sorpresiva aceleración de la actividad a fines de 2021, con el PIB anualizado creciendo al 6,9% (5,5% previsto) durante el 4T21, terminando el año en 5,7% a/a, con un consumo personal que se mantiene aún dinámico -por sobre el 3%-, y reflejando la alta incidencia de inventarios y el fuerte impacto de las bases de comparación con 2020. Al cierre de este informe, se conoció el deflactor PCE core de diciembre, que resultó en línea con lo previsto (+0,5% m/m; 4,9% a/a), una medida relevante de seguimiento de la Fed para las perspectivas inflacionarias.

 

Así, los mercados bursátiles globales concluyen la semana con caídas (MSCI global: -2%), lideradas por el bloque emergente (-4%), y en un contexto en que el dólar global se ha fortalecido 2% (DXY: 97,2 puntos) y la aversión al riesgo volvió a subir (VIX: +3 puntos). Las tasas de largo plazo en las principales economías aumentaron en promedio 5 pb, destacando la de 10 años en EE.UU. que volvió a ubicarse en torno al 1,8%. Finalmente, los precios de las principales materias primas tuvieron movimientos mixtos (cobre: -4,4%; petróleo WTI: +3,9%) y son susceptibles al avance de las tensiones geopolíticas.

(Fuentes: AFP CAPITAL, BANCO CENTRAL, BLOOMBERG, DIARIO FINANCIERO, EL DÍNAMO, SANTANDER)