Flash económico – 18 de agosto de 2020
Distanciamiento social lleva a inédita contracción de la actividad
Las Cuentas Nacionales al segundo trimestre confirman sustantiva caída del PIB, explicada en parte importante por la fuerte contracción del consumo
Tal como lo anticipaban los Imacec, el PIB tuvo una contracción de 14,1% a/a en el segundo trimestre, el peor registro desde que se tienen datos de actividad trimestrales a mediados de los años ‘80. Los sectores más sensibles al distanciamiento social fueron los más afectados: comercio (-20,6% a/a), transporte (-34,4% a/a), construcción (-20,4% a/a), restaurantes y hoteles (-52,8% a/a) y servicios personales (-27,9% a/a). Por el contrario, la minería registró una expansión de 1,6% a/a, algo por debajo del registro del primer trimestre.
La demanda interna cayó 19,1% a/a, con un desplome histórico del consumo de los hogares (22,4% a/a), afectado por las restricciones físicas para acceder a una serie de bienes y servicios y por el fuerte deterioro de los ingresos laborales. A diferencia de lo que ocurre habitualmente con las crisis económicas, la contracción de la inversión (15,1% a/a) fue menor a la del consumo.
En tanto, el sector exportador, liderado por la minería, se mostró más resiliente, con una contracción acotada (-2,4% a/a). Las importaciones, por su parte, tuvieron una fuerte caída (-21,4%), reflejando la menor demanda interna. De esta manera, la cuenta corriente redujo su déficit, desde -3,3% del PIB en el año móvil terminado en marzo a -1,8% del PIB en junio.
El progresivo levantamiento del confinamiento y el estímulo que supone el retiro de los fondos de pensiones harán que en el tercer trimestre tengamos un rebote importante en la actividad. De ahí en adelante, la recuperación estará fuertemente condicionada a la situación de la pandemia.
Perspectivas para la inversión se mantienen estables
De acuerdo con el catastro de la Corporación de Bienes de Capital, el volumen de proyectos a ejecutarse en el quinquenio se mantiene relativamente estable. Para este año se han pospuesto varios, los que se han recalendarizado para los siguientes ejercicios. Así, se espera que entre 2020 y 2024 se lleven adelante obras por US$ 57.396 millones (+1,2% respecto del catastro previo), donde este año se realizarían US$ 15.375 millones, una reducción de US$ 1.521 millones respecto de lo reportado previamente. Esta menor ejecución se compensaría completamente el próximo año. Como es la tónica, siguen predominando los proyectos mineros (US$ 19.509 millones en el quinquenio) y los energéticos (US$ 18.124 millones en el quinquenio).