Visión de mercados
Actividad se recupera impulsada por el consumo
Estimamos que en el cuarto trimestre el PIB crecería en torno a 2%.
El PIB del tercer trimestre (-9,1% a/a; 5,2% t/t desestacionalizado) dio cuenta de la recuperación económica iniciada con el gradual proceso de desconfinamiento e impulsada por las medidas de estímulo macroeconómico del Gobierno y el Banco Central, y el shock de liquidez recibido por los hogares con el retiro de fondos de pensiones. El consumo de bienes subió con fuerza respecto de los niveles del segundo trimestre -durante el peak de la pandemia-, al igual que la inversión en maquinaria y equipos. Por el contrario, el consumo de servicios y la inversión en construcción siguieron lastrados debido a las restricciones de oferta impuestas por el distanciamiento social.
Lo anterior se vio reflejado en los sectores de oferta, donde la mayor parte de los servicios y la construcción tuvieron un bajo desempeño hasta agosto, y recién en septiembre mostraron una incipiente alza. En contraste, el comercio comenzó a mejorar su desempeño desde fines del segundo trimestre, inicialmente gracias a las ventas online y luego favorecido por el desconfinamiento y la fuerte recuperación del consumo.
Estimamos que el proceso de recuperación habría continuado en la última parte del año, lo que sumado a las bajas bases de comparación por el estallido social llevarán a una expansión del PIB en torno a 2% en el cuarto trimestre. Con ello, 2020 cerraría con una contracción de la economía de entre 5% y 5,5%.
El próximo año, el crecimiento dependerá de la evolución de la pandemia, de la recuperación del mercado laboral y del avance de la inversión. Respecto del empleo, el proceso de desconfinamiento ha permitido una incipiente mejora, con una creación de 720 mil puestos de trabajo desde el nivel mínimo de julio, según se desprende de la encuesta de la Universidad Católica. Por el lado de la inversión, también hay perspectivas algo más positivas. El catastro de la Corporación de Bienes de Capital del tercer trimestre mostró un alza de 6% en los proyectos para el quinquenio 2020-2024 respecto del catastro previo, con aportes importantes en la minería y la energía debido a perspectivas favorables para el precio del cobre.
Tipo de cambio se mantiene apreciado
Si bien a comienzos de semana el tipo de cambio se tendió a depreciar -alcanzando los $770 intradía- al cierre de este informe se cotizaba en torno a $764, por debajo del cierre de la semana previa. Esto se dio en un contexto donde el precio del cobre alcanzó nuevos máximos y el Ministerio de Hacienda aceleró el ritmo de venta de dólares, pasando de US$ 350 millones promedio semanal en octubre a más de US$ 800 millones esta semana.
En la semana, el Gobierno colocó dos nuevos bonos por un total cercano a US$ 2.100 millones. Ambas emisiones fueron en pesos, con vencimientos en 2028 y 2033. Las tasas de corte se ubicaron en 2,5% y 3,4%, relativamente en línea con las tasas benchmark en los mercados secundarios, reafirmando que el soberano mantiene acceso al financiamiento en condiciones favorables.
Mayor parte de los mercados globales siguen presentando avances
Los últimos días han destacado por los anuncios muy sustantivos respecto del desarrollo de vacunas contra el Covid-19, con dos proyectos mostrando más de 90% de efectividad (Pfizer-Biontec y Moderna; la vacuna de Oxford-Astrazeneca también mostró buenos resultados, pero se encuentra recién en fase 2). El optimismo inicial que generaron estas noticias fue parcialmente contrarrestado por la progresión de la pandemia en el hemisferio norte, que ha significado nuevas medidas de distanciamiento, incluyendo el cierre de escuelas en Nueva York. A esto se agregan los ruidos políticos en EE.UU., donde el presidente Trump aún no reconoce su derrota, lo que ha entorpecido la posibilidad de un acuerdo para el tan esperado paquete de estímulo fiscal.
En este contexto, los principales índices bursátiles mostraron distintos ritmos de avance en la semana, con Europa, Japón y China subiendo poco más de 1%, mientras que en EE.UU. el S&P cerró casi plano. Las tasas largas del bono en este último país cortaron su senda alcista y retrocedieron en torno a 5 pb, hasta 0,84%, en tanto que el dólar se debilitó a nivel global.
Por su parte, la economía china ha seguido dando señales de fortaleza. La producción industrial de octubre avanzó por sobre lo esperado (6,9% a/a vs. 6,5% est.) y la inversión inmobiliaria exhibió un repunte (1,8% a/a acumulado vs. 1,6% est.) después de varios meses lastrada, dando cuenta del impacto favorable de los planes de estímulo. Estos resultados impulsaron los precios de los metales e hicieron que el cobre se cotizará en los máximos de los últimos dos años, algo por sobre US$ 3,25 la libra. Si bien es posible alguna reversión en los precios, la estrechez que ha mostrado la oferta por la falta de inversión en nuevos yacimientos hará que se mantengan relativamente acotados por un buen tiempo.