Apreciación global del dólar por coronavirus lleva al tipo de cambio a su máximo nivel desde que comenzó la intervención del Banco Central
Temores por coronavirus impactan mercados financieros globales. Pese a los esfuerzos de las autoridades chinas por mitigar los efectos de la emergencia en la economía –que logró impulsar la bolsa del gigante asiático–, se mantiene el nerviosismo en los mercados financiaros globales.
Tipo de cambio se deprecia con fuerza incidido por el empeoramiento del escenario externo. El desempeño de la moneda ha estado en línea con otras divisas de la región y la caída en el precio del cobre, en un contexto en que la volatilidad se mantiene relativamente acotada.
Se retrasan algunos proyectos de inversión programados para los próximos trimestres. De acuerdo al catastro de proyectos de la Corporación de Bienes de Capital, el volumen de inversión programado para 2020 y 2021 se redujo respecto a la medición de septiembre, en cerca de US$ 1.500 millones. Para el bienio 2022- 23 se registró un aumento similar, con lo que la inversión proyectada a cinco años se mantuvo estable en torno a US$ 68 mil millones.
Temores por coronavirus impactan mercados financieros globales
Autoridades chinas reducen costo de financiamiento para enfrentar riesgo de menor crecimiento.
Menor apetito por riesgo apreció el dólar y debilitó las monedas emergentes.
El coronavirus continúa incidiendo en los mercados financieros globales. Esta semana predominaron caídas bursátiles, con la excepeción de la plaza china que subió más de 4%, impulsada por recortes en las tasas de referencia de los préstamos de corto y mediano plazo anunciada por el Banco Popular de China. Esta medida apunta a reducir los costos de financiamiento de las empresas y los hogares y así apoyar el crecimiento de este año, que se está viendo amenazado por la emergencia sanitaria.
En este contexto, el dólar se apreció a nivel global, las monedas emergentes se debilitaron y los precios de las materias primas presentaron movimientos dispares. El cobre continuó disminuyendo, mientras que el petróleo presentó una recuperación de más de 1,5%. Al cierre de este informe el mineral se cotizaba a 2,6 dólares por libra, mientras que el barril de crudo WTI alcanzaba US$ 53,3.
Durante este fin de semana se llevará a cabo la reunión del G20 en Arabia Saudita, donde se espera que se aborden los efectos del coronavirus en la economía global y se entregue un diagnóstico más detallado de la situación.
PMI de febrero en la zona euro estuvieron sobre lo esperado, pero las manufacturas se mantienen en terreno contractivo.
PMI de servicios en EE.UU. sorprendió negativamente al mercado con resultado contractivo (49,4).
Los PMI de la zona euro de febrero sorprendieron al alza y tuvieron un tímido repunte respecto al mes previo. El índice de servicios alcanzó 52,8 (versus 52,5 en enero), mientras que el de manufacturas alcanzó su mayor nivel en doce meses (49,1, versus 47,9 en enero), aunque sigue en terreno contractivo. La actividad del mes se habría visto afectada negativamente por el impacto del coronavirus en las cadenas de suministro de algunas compañías.
En tanto, la inflación de enero cerró en 1,4% a/a (confirmando el resultado preliminar), mientras que el índice subyacente se expandió 1,1%. El índice total se expandió algo más que en diciembre, marcando una tendencia al alza en los precios de la zona euro, que estuvieron muy por debajo de la meta de 2% durante 2019.
Al cierre de este informe se conocieron los PMI de EEUU, los que estuvieron bajo las expectativas de mercado. La mayor sorpresa negativa fue en el sector servicios, cuyo índice se ubicó en niveles contractivos (49,4 versus 53,4 en enero) por primera vez desde, al menos, junio de 2016.
Tipo de cambio se deprecia con fuerza incidido por el empeoramiento del escenario externo
Dólar llegó a superar los $810 y la renta fija da cuenta de mayor percepción de riesgo.
Al final de la semana el tipo de cambio se ubicó sobre $810 por dólar, su mayor nivel desde que el Banco Central anunció la intervención cambiaria a fines de noviembre de 2019, aunque al cierre de este informe retrocedió y se cotizaba a $807. El desempeño de la moneda local ha estado influenciado principalmente por factores externos, entre los que destacan los temores de los efectos del coronavirus en la economía global, la depreciación global del dólar y la caída en el precio del cobre, que lo llevó a ubicarse bajo US$ 2,6 la libra.
Lo anterior también se ha reflejado en una mayor percepción de riesgo en el mercado de renta fija local, donde las tasas de interés tuvieron un alza importante. En este contexto, se ha observado una salida de inversionistas extranjeros del mercado cambiario formal –que acumula un flujo comprador de dólares forward por más de US$ 3.300 millones en lo que va del año–, lo que ha contribuido a la depreciación de la moneda.
Se retrasan algunos proyectos de inversión programados para los próximos trimestres
Cartera de inversión para 2019-2023 se mantuvo estable respecto a medición anterior.
Recalendarización de proyectos implica menos inversión en 2020-21, que se compensa con aumento en 2022-23.
La inversión en grandes proyectos programada para el quinquenio 2019-2023 alcanzó US$ 68 mil millones al cierre de 2019, según el catastro de la Corporación de Bienes de Capital (CBC).
El resultado es marginalmente menor que el reporte del tercer trimestre (-0,5%), lo que se explicaría principalmente por la reprogramación de los proyectos de Metro (Línea 7 y otros), lo que trasladó parte de la inversión hasta más allá de 2023.
Aunque la inversión para el quinquenio se mantuvo más bien estable, la recalendarización de proyectos implica una caída en el volumen proyectado para 2020 y 2021 (-2,8% y -7,4%, respecto al informe previo) que es compensada con mayores montos en 2022 y 2023 (+4,3% y +12,7%, respectivamente). Tales cambios son explicados principalmente por el sector de minería –que reduce su proyección en US$ 820 millones en el bienio 2020-2021–, por caídas de US$ 230 millones del sector inmobiliario para 2020 y de US$ 250 millones de obras públicas en 2021.
Estos resultados confirman que los efectos negativos del estallido social en la inversión se irán concretando en el mediano plazo, mientras que en 2020 este componente del gasto se mantendrá estable debido a los proyectos que ya se venían ejecutando.