Titulares que impactaron en el comportamiento esta semana:
El Banco Central de Chile podría hacer ajustes en la tasa de interés en lo que queda del año.
La producción de Estados Unidos tuvo una leve alza para el segundo trimestre, ante una mayor inversión empresarial y aumento de las exportaciones.
Alemania también registró un crecimiento en su producción tras el levantamiento de restricciones.
En Estados Unidos hay más de 100 mil personas hospitalizadas por Covid-19.Banco Central elevaría la tasa de política monetaria en al menos 50 pb en la próxima RPM
A nivel internacional, los mercados reaccionaron al alza a la intervención del Presidente de la Fed en Jackson Hole, donde evitó hacer anuncios concretos respecto del tapering y mantuvo un tono dovish.
Nota: Este reporte fue actualizado tras los anuncios de la Fed conocidos hoy.
La próxima semana será relevante tanto por la decisión de política monetaria que el Banco Central (BCCh) debe tomar el 31 de agosto como por la actualización del escenario que contendrá el IPoM de septiembre, donde se establecerá una orientación para el retiro de estímulos hacia adelante.
En las últimas semanas, la mejora en las condiciones sanitarias ha permitido avanzar hacia una mayor apertura (en los próximos días un 97% de la población del país estará en fase 4), lo que ha propiciado el avance de los sectores que hasta ahora se encontraban rezagados, como los servicios y la construcción. Por su parte, el consumo mantiene un significativo dinamismo debido a la liquidez por el tercer retiro de fondos de pensiones y el impulso del IFE universal. Estimamos que el Imacec de julio habría tenido un nuevo avance con un crecimiento anual de 18%. Esto, sumado a las revisiones del PIB del primer semestre, nos hace prever que el Banco Central elevará sus proyecciones de crecimiento para el año hasta un rango de entre 10% y 11%.
El fuerte dinamismo de la demanda, en un contexto donde la oferta aún se encuentra restringida, ha generado presiones inflacionarias significativas. Así, el mercado -y nuestras propias proyecciones- se han alineado con las últimas estimaciones del Banco Central, con un IPC cerrando el año en torno a 4,5%. Las perspectivas de mediano plazo también han comenzado a moverse al alza y todo apunta a que el próximo año la inflación cerrará por sobre la meta, en torno a 3,5%.
Dado lo anterior, estimamos como escenario más probable que en la próxima Reunión de Política Monetaria (RPM) el BCCh aumente la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 pb, para ubicarla en 1,25%, y que realice incrementos adicionales en las próximas reuniones de este año, para así finalizar el ejercicio con una TPM entre 1,75% y 2%. Con todo, no descartamos que el Consejo decida ponerse delante de la curva y suba la TPM de manera más intensa la próxima semana, en 75 pb. Esto le daría espacio para proceder de manera más pausada en las siguientes reuniones y calibrar posibles riesgos derivados de la propia pandemia y la magnitud del ajuste fiscal que se prevé para el próximo año (el presupuesto se conocerá a fines de septiembre, antes de la RPM siguiente). En particular, la fuerte expansión del gasto este año (+32% a/a) debe dar pie a una contracción el próximo, de manera de evitar una trayectoria divergente para la deuda. Esto impondrá un freno a la demanda durante el 2022, dando espacio para que el instituto emisor actúe de forma pausada y mantenga la TPM por debajo de su valor neutral (3,5%) a lo largo del próximo año.
Las tasas swap han experimentado un aumento significativo en las últimas semanas y apuntan a un alza de la TPM bastante más pronunciada de lo que consideramos es el escenario más probable (2,25% a fines de 2021; 3,75% a fines de 2022). Las tasas de largo plazo se han moderado en los últimos días (4,8%), luego de alzas significativas en semanas anteriores. Por su parte, el tipo de cambio se ha mantenido más depreciado, fluctuando en torno a $ 785 ante los temores por la economía china, la incertidumbre política interna y un dólar más fortalecido frente a los posibles anuncios de tapering en Jackson Hole.
Ajuste al MEPCO vuelve a contener alzas en gasolinas
Durante la primera semana de agosto, el Gobierno ajustó los parámetros del Mecanismo de Estabilización del Precio de los Combustibles (MEPCO) para inducir una caída en los precios de las gasolinas cercana a $ 20 por litro. La operación de este mecanismo ha permitido que en las semanas posteriores -incluyendo la que recién termina- los valores se mantengan relativamente estables, evitando las alzas de $ 6 que se hubiesen registrado sin cambio de parámetros. Todo esto, en un contexto de alta volatilidad en el precio internacional del petróleo, que tendió a recuperarse en días recientes tras caer casi 10% la semana pasada por la expectativa de menor demanda asociada a la evolución de la pandemia en el mundo y a la desaceleración en China.
Dado lo anterior, en agosto el precio promedio de las gasolinas tendrá un retroceso -tras siete meses de incrementos en torno a 3% mensual-, lo que restará presión al IPC del mes. Estimamos que éste último se moderará tras las sorpresas de julio (0,8%) y tendría una variación de entre 0,2% y 0,3%, incidido principalmente por las divisiones de alimentos y viviendas.
Jerome Powell no concreta anuncios de posible inicio del tapering y mantiene sesgo dovish
Los mercados han estado muy atentos a la convención de Jackson Hole que se realiza por estos días y los posibles anuncios que pudiese hacer el presidente de la Fed, Jerome Powell. Sin embargo, en su intervención, si bien remarcó que era posible que el tapering (inicio del retiro de los estímulos monetarios cuantitativos) se iniciara este año, no hizo alusión a fechas concretas. En general, planteó una posición que podría considerarse dovish, insistiendo en el carácter transitorio de la inflación –muy concentrada en alzas de precios de bienes durables, que hasta antes de la pandemia exhibían una tendencia decreciente- y en el hecho de que el mercado laboral aún no se recuperaba plenamente de los efectos de la pandemia. De hecho, si bien la tasa de desempleo ha disminuido (5,4% en julio), en parte esto se debe a que muchas personas han salido de la fuerza de trabajo. Además, en el margen se plantea el riesgo del rebrote de contagios por la variante delta, que podría frenar el progreso en materia laboral.
Un punto destacado de la intervención de Powell fue la reafirmación que el inicio del proceso de alzas de tasas era algo separado del tapering. Este se produciría recién cuando la inflación se afirmara de manera persistente en la meta del 2%, y se encaminara a sobrepasar dicho valor por algún tiempo. Esto, por cuanto de acuerdo al esquema monetario anunciado el año pasado, para la Fed lo relevante es que la inflación se ubique, en promedio, en 2%. Dado esto, si los precios han subido menos que esa cifra durante algún periodo, luego es necesario dejar que suban más.
Tras la presentación de Powell, los mercados reaccionaron al alza. Los índices bursátiles repuntaron, con el S&P 500 alcanzando nuevos récords históricos (superando los 4.500 puntos) y el MSCI Global cierra la semana con avances (+2%), destacando la recuperación de los mercados emergentes y latinoamericano (+4%). Si bien las tasas de largo plazo en las principales economías retrocedieron tras la intervención de la Fed (-2pb en promedio), terminaron la semana con alzas (+7pb en promedio), en especial el T10 en EE.UU. que se mantiene en torno a 1,3%. Los commodities, por su parte, revirtieron las caídas previas y repuntaron con fuerza en la semana, sobre todo el petróleo WTI (+10%) y en menor medida el cobre (+4%), con un dólar global que muestra debilitamiento (DXY: +0,8%) y en medio de una aversión al riesgo que permanece acotada (VIX: 16,5 puntos).
Las cifras económicas mostraron una moderación de los PMIs globales en agosto, donde el sector servicios ha sido el más afectado ante los posibles impactos por la propagación del Covid-19. Sin embargo, los componentes manufactureros, en general, se mantienen en terreno de optimismo.
En EE.UU. los subsidios iniciales de desempleo (353.000 vs. 350.000 esperado) se estabilizaron en niveles mínimos desde que inició la pandemia, señal que refuerza la buena lectura del mercado laboral. Además, la segunda revisión del PIB del 2T21, si bien estuvo levemente por debajo de lo anticipado (6,6% vs. 6,7%), confirma la solidez del consumo personal que creció 11,9% (12,2% esperado). En el ámbito político, la Cámara de Representantes aprobó el marco de presupuesto por US$ 3,5 billones y acordó votar antes del 27 de septiembre el proyecto de ley de infraestructura por US$ 1 billón, que ya fue aprobado por el Senado, dando un impulso a las favorables perspectivas económicas.
En Europa, una amplia discusión respecto al curso de la política monetaria se desprende de la minuta correspondiente a la reunión de julio del Banco Central Europeo. En su próxima reunión (9 de septiembre), se esperan -además de la actualización de las proyecciones macroeconómicas- novedades respecto al ritmo de compra de activos y reacciones a lo que pueda suceder con el tapering en EE.UU. En Alemania, la confianza de consumidores de septiembre sorprendió a la baja (-1,2 vs. -0,5% previsto), mientras que la encuesta de expectativas IFO de agosto retrocedió más allá de lo proyectado (97.5 vs. 100.0 esperado), liderada por la caída en el componente de clima de negocios (99.4 vs. 100.4 previsto). Por su parte, China celebró en la semana no haber registrado mayores contagios locales de Covid-19 y el Banco de Corea (BOK, por sus siglas en inglés) aumentó la tasa de política monetaria en 25pb, llevándola a 0,75% y sorprendiendo al consenso de mercado que anticipaba una mantención.
(Fuentes: AFP CAPITAL, Banco Central, Blomberg, Diario Financiero, El Dínamo, Emol, INE, Santander)