Precios avanzan menos de lo esperado
Hacia delante, las presiones inflacionarias se mantendrían acotadas, aunque el IPC anual se acercará transitoriamente a 4% por las bajas bases de comparación.
El IPC de febrero (0,2%) estuvo bajo las expectativas (Santander 0,4%; Bloomberg 0,4%; Seguros de inflación 0,5%), incidido negativamente por la división de Alimentos (-0,5%) que registró la primera caída desde mayo, con disminuciones en los precios de lácteos, frutas y hortalizas. Por su parte, el componente de vestuario tuvo una expansión mensual de 1,3%, por debajo de sus patrones estacionales usuales, asociados a los recambios de temporada. Con ello, la inflación retrocedió hasta 2,8% (vs 3,1% en enero), nuevamente por debajo de la meta.
El IPC SAE, que excluye alimentos y energía, también tuvo un alza de 0,2%, en línea con los registros de los últimos meses, mientras que su variación anual cayó hasta 2,4%. En tanto, el índice de difusión inflacionaria (porcentaje de productos que subieron de precio) fue de 50,2, ubicándose en el piso del rango histórico para febrero. Así, más allá de los componentes volátiles, las presiones inflacionarias subyacentes se mantienen contenidas dando cuenta de las holguras presentes en la economía.
Estimamos que, en los próximos meses, en la medida en que el impulso al consumo y los precios del segundo retiro de fondos previsionales -que gravitó de manera especial en la elevada inflación de enero- se disipe y el tipo de cambio se mantenga relativamente apreciado, las variaciones mensuales del IPC seguirán acotadas reflejando las brechas de la economía y un mercado laboral aún débil. Con todo, a mediados de año, producto de las bajas bases de comparación, la inflación subirá por sobre la meta y podría acercarse transitoriamente a 4%, para luego cerrar el año en torno a la meta.