Titulares que impactaron en el comportamiento esta semana:
Focos Nacionales e Internacionales
En Chile, la economía creció 11,7% durante 2021, principalmente por consumo e inversión. El gasto de hogares creció 20,3%.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, presentó las prioridades legislativas ante la Cámara de Diputados. Espera presentar una reforma tributaria en junio.
En EE.UU., la Reserva Federal elevó la tasa de interés por primera vez desde 2018 para contener la inflación.
En Europa, el Banco Central da señales de que será más cauto en su política monetaria, debido al conflicto entre Rusia y Ucrania.
Inicio de discusión por un posible nuevo retiro de fondos tensiona al mercado de renta fija local
Por su parte, anticipamos que en la Reunión de Política Monetaria de la próxima semana la TPM se ubicaría entre 7% y 7,5%
Durante la semana la Cámara de Diputados aprobó -con 117 votos a favor y 26 en contra- la idea de legislar un nuevo retiro de fondos previsionales, iniciando la tramitación de una serie de proyectos con ideas matrices similares a las del cuarto retiro, entre los cuales se contempla el retiro parcial y/o total de las cuentas de capitalización individual.
La posibilidad de nuevas ventas masivas de instrumentos financieros y el riesgo para el mercado de capitales, sumado a renovadas presiones inflacionarias globales y las recientes subidas en las tasas internacionales, generaron un fuerte aumento de los retornos de largo plazo a nivel local. El BTU10 subió 30 pb en la semana, hasta 6,5%, ubicándose en un nivel no observado desde octubre de 2021, momento en que se discutía el proyecto del cuarto retiro. Un aumento similar se observó en las tasas reajustables (UF10: 2,2%).
El peso, por su parte, se apreció de manera importante durante la semana impulsado por el significativo aumento que exhibió el precio del cobre, que esta semana se transó por sobre US$ 4,7 la libra. Con ello, el tipo de cambio cerró la semana por debajo de $ 790. La bolsa, en tanto, subió 2,2% (4.963 puntos), en línea con lo observado en países de la región que se han visto beneficiados de los elevados niveles de las materias primas. También han contribuido al buen desempeño bursátil los flujos de inversionistas internacionales que buscan refugio en medio del conflicto bélico y de las tensiones sanitarias en China.

Extensión del conflicto bélico sigue alimentando presiones inflacionarias
A un mes de iniciada la guerra en Ucrania, la crisis humanitaria se ha profundizado y las repercusiones políticas han escalado, con nuevas sanciones económicas a Rusia. Los líderes de la OTAN y el G7 se reunieron en Bruselas esta semana para coordinar nuevas medidas y anticiparse a posibles escenarios adversos, incluyendo la propuesta desde EE.UU. de retirar a Rusia del G20.
Al cierre de este informe, el presidente de EE.UU., Joe Biden, presentó junto a la presidenta de la Comisión de la Unión Europea, Úrsula von der Leyen, una alianza estratégica en materia energética, comprometiéndose a incrementar los envíos de gas natural a Europa este año -en al menos 15 mil millones de metros cúbicos de gas natural licuado- para ayudar a reducir la dependencia de las importaciones rusas.
Es muy complejo adelantar hasta cuándo podría subsistir el conflicto, pero ya se aventura que el impacto en la actividad global podría ser de al menos 1pp de menor crecimiento este año, según el último reporte de la OCDE. Por su parte, las presiones inflacionarias adicionales a la situación previa a la guerra serían del orden de 2,5%.
A pesar de lo anterior, las cifras preliminares del PMI de marzo en la Zona Euro resultaron algo por sobre lo esperado (manufactura: 57 vs. 56; servicios: 54,8 vs. 54,3), soportadas en el relajamiento de las medidas sanitarias asociadas a la pandemia. Del mismo modo, los datos conocidos en EE.UU. correspondientes a marzo también fueron favorables (PMI compuesto: 58,5 vs. 54,7 esperado), en especial los relacionados al mercado laboral (subsidios iniciales de desempleo: 187 mil vs. 210 mil esperados), reforzando así el discurso de Jerome Powell a inicios de semana, en el que manifestó la confianza en la fortaleza de la economía norteamericana para soportar el retiro de estímulos, en una postura para hacer frente a la inflación que resultó algo más agresiva de lo previsto por el mercado.
Con todo, los mercados internacionales cierran la semana con movimientos mixtos y leve tendencia al alza (MSCI global: +1%); un dólar global fortalecido y una reducción de la aversión al riesgo (VIX: -2 puntos). Por su parte, las condiciones financieras sí reflejan un estrechamiento, donde las tasas de interés de largo plazo aumentaron con fuerza (+25 pb en promedio, con el T10 de EE.UU. en torno a 2,5%). Lo anterior, en respuesta a la tendencia alcista de los precios de las materias primas, en particular los combustibles -petróleos WTI y Brent subieron en promedio casi 10% durante la semana, manteniéndose en el rango de entre los 110 y 120 US$/b, respectivamente-, que alimentan las ya elevadas expectativas inflacionarias a nivel global (el IPC de febrero en el Reino Unido subió 6,2% a/a vs. 6,0% esperado, la cifra más alta en los últimos 30 años).

Lo que viene…
El martes de la próxima semana el Banco Central realizará una nueva Reunión de Política Monetaria, donde anticipamos que la tasa de instancia tendrá un aumento significativo de entre 150 y 200 pb, para ubicarse entre 7% y 7,5%. Si bien existe consenso en el mercado de la necesidad de un aumento sustantivo en la tasa rectora para hacer frente a las presiones inflacionarias, no es tan claro el punto de llegada del ciclo de alza y cuándo podría concluir.
El Banco Central ha manifestado gran preocupación por el persistente desvío del 3% de la inflación proyectada a dos años. Sin embargo, en lo más reciente, se debe fundamentalmente a las presiones externas que están sufriendo los precios, debido al alza en el valor de las materias primas. Esto es un fenómeno que, si bien puede tener alta persistencia, eventualmente se revertirá, dando espacio para una moderación de los precios locales. Por otra parte, una serie de antecedentes apuntan a que la economía local pudiese desacelerarse de manera intensa en los próximos meses, sobre todo debido a la persistencia de incertidumbre a nivel local y por los efectos de la guerra.
Así, es probable que el necesario retiro del impulso monetario esté más cerca de concluir y que el Consejo pause su proceso de alza de tasa en la siguiente o subsiguiente reunión, con un punto de llegada por debajo de lo que indican las tasas de mercado. Aun así, la posibilidad de un nuevo retiro de fondos de pensiones o, en su defecto, la posibilidad de un desvío significativo del gasto fiscal por sobre el presupuesto, pondría mayor presión sobre la inflación y llevarían al Consejo a mantener la TPM en niveles elevados durante todo el año.
El IPoM que se dará a conocer la próxima semana será clave para dilucidar estas consideraciones y la visión del Consejo. El informe será una buena oportunidad para fortalecer la credibilidad de la política monetaria, con una comunicación clara del carácter transitorio de algunas de las presiones inflacionarias y los riesgos a la baja que enfrenta la actividad.
La próxima semana se conocerá el IMACEC de febrero, donde esperamos un crecimiento anual de 7,1% luego de las revisiones de las CC.NN. que redujeron la base de comparación. En términos desestacionalizados el índice mostraría una variación negativa y mantendría la tónica de los meses anteriores, donde servicios sería el que sostendría el crecimiento.

