Titulares Económicos Semanales Semana del 18 al 25 de febrero de 2022

Titulares que impactaron en el comportamiento esta semana:

 

Focos Nacionales e Internacionales

 

El conflicto entre Rusia y Ucrania mantiene atento al mundo. Durante la semana, el presidente ruso ordenó el envío de tropas a la zona.

Alemania suspendió la certificación del gasoducto Nord Stream 2, dificultando la exportación de gas por parte de Rusia.

Por otro lado, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tomó una serie de sanciones económicas contra Rusia.

En Chile, el precio del dólar bajó de los $800.

 

Rusia invade Ucrania y sacude a los mercados globales

El efecto sobre los commodities ejerce presión en las ya elevadas expectativas inflacionarias, pero el potencial impacto en la actividad pone en dilema a las autoridades monetarias.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha desencadenado una de las mayores crisis geopolíticas en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. El despliegue de fuerzas militares rusas por gran parte del territorio ucraniano ha generado fuertes movimientos en los mercados y elevado de manera considerable la incertidumbre. Los índices bursátiles mostraron importantes caídas (Zona Euro y Reino Unido: -4%; Japón: -1% y China: -2%), la aversión al riesgo subió y el dólar se fortaleció a nivel global. Los activos rusos, en tanto, se desplomaron con caídas iniciales de más de 30% en el caso de la bolsa y una depreciación de 5% del rublo.

 

Los países occidentales han respondido a la invasión con sanciones económicas y han descartado un involucramiento militar directo. Respecto de las primeras, estas se enfocan en limitar el acceso del gobierno ruso y las empresas de ese país a los mercados financieros globales, congelar activos y restringir las exportaciones hacia Rusia de ciertos componentes clave para sus industrias. Medidas más drásticas, como excluir a los bancos rusos de operar en el sistema Swift (para operaciones interbancarias a nivel internacional), han sido descartadas.

 

Los impactos económicos globales se pueden clasificar en tres categorías. En primer lugar, están las disrupciones en la infraestructura económica de los países en conflicto que podrían repercutir en sus exportaciones. Segundo, está el efecto de las sanciones económicas a Rusia, que podría tener algún tipo de ramificación a otros países, aunque limitada dado el tipo de medidas impuestas. Y, por último, están los impactos generados por la volatilidad financiera y la incertidumbre geopolítica.

 

En el corto plazo, los efectos más relevantes han venido por el lado de las exportaciones de estos países. Rusia es el segundo productor mundial de gas y petróleo y, en el caso del gas, el principal exportador mundial. Por su parte, tanto Rusia como Ucrania son importantes productores de granos, en especial, trigo (Rusia concentra un 11% de la producción mundial, mientras que Ucrania tiene un 3%). Dado lo anterior, los precios de estas materias primas han tendido a subir de manera muy significativa. En el caso del petróleo, los incrementos se venían registrando desde hace algunas semanas, ubicando al Brent algo por sobre US$ 100 el barril. En tanto, el precio del trigo aumentó más de 15% durante la semana.

 

Al cierre de este informe, el rápido despliegue de las tropas rusas hacen prever que las acciones militares podrían ser breves. Esto, más el carácter limitado de las sanciones, han hecho que los activos financieros y los precios de las materias primas hayan revertido parcialmente los movimientos del día de la invasión. Así, la bolsa rusa se recuperó en casi 20% y el rublo exhibe un fortalecimiento del 3%, mientras el precio del petróleo Brent y el trigo retroceden en 2% y 8%, respectivamente.

 

En Chile, los mercados se han movido en línea con el mundo. El IPSA tuvo una caída inicial de 3% el jueves, pero luego se recuperó parcialmente. El tipo de cambio, en tanto, se depreció hasta superar los $ 820 pero luego se apreció y cerró la semana en torno a $ 800.

 

Hacia delante, los mayores impactos se verán en nuevas presiones inflacionarias en el corto plazo debido al alza en el precio de los combustibles y la depreciación del tipo de cambio. Con todo, el MEPCO permitiría amortiguar los efectos sobre los precios de los combustibles que enfrentan los consumidores en los próximos meses, por lo que, en caso de que el conflicto no se prolongue, los efectos podrían ser acotados.

 

Por su parte, el crecimiento se puede ver afectado por dos canales. Por un lado, está la posibilidad de un estrechamiento en las condiciones financieras, tanto por el aumento en las primas por riesgo, como por el efecto de las sanciones a Rusia. Por otro lado, están las repercusiones del impacto que el conflicto tendrá en la economía global, en particular, debido al alza en el valor del petróleo. Así, una desaceleración global más pronunciada afectará al sector exportador de Chile y eso incidirá en el PIB. Dado lo anterior, si bien aún es temprano para cuantificarlo, este conflicto introduce un importante sesgo a la baja para nuestra proyección de crecimiento (actualmente en 2,5% para este año).

 

En cuanto al Banco Central y su estrategia monetaria, el cambio de escenario dependerá de la duración y el alcance del conflicto. En caso de prolongarse, las autoridades enfrentarán un dilema complejo. Por una parte, habrá mayores presiones inflacionarias y, por otro, un menor impulso en la actividad local. Dado esto, contrario a lo implícito en la reacción inicial de las tasas swap, es posible que las eventuales subidas adicionales en la TPM sean más acotadas. Con todo, la comunicación de la estrategia de política será clave para evitar un desanclaje de expectativas.

Al cierre de este informe, en EE.UU. se conocieron las cifras de ingreso personal (0,0% vs. -0,3% esperado) y gasto personal (2,1% vs. 1,6% esperado) correspondientes a enero, que sorprendieron al alza y dan soporte al índice de actividad de la Fed de Chicago que ayer también resultó por sobre lo proyectado (0.69 vs. 0.16). A su vez, se publicó una variable clave para el seguimiento inflacionario por parte de la Fed, el deflactor PCE core de enero, que se ajustó a las expectativas de mercado (0,5% m/m y 5,2% a/a). Por último, la primera lectura del año de las órdenes de bienes durables se aceleraron más allá de lo previsto, alcanzando 1,6% (1,0% esperado; 1,2% anterior), y junto a los subsidios iniciales de desempleo al 19 de febrero que estuvieron casi en línea (232 mil vs. 235 mil esperados), confirman un contexto de recuperación económica que llevaría a la Fed a analizar su próximo movimiento de tasas en la reunión del 16 de marzo.

 

Lo que viene…

  

El próximo Lunes 28, el INE publicará las cifras sectoriales y de desempleo del mes de enero. Para la producción industrial nuestra proyección apunta a un crecimiento del 1,6% anual, explicado principalmente por el sector manufacturero, mientras que minería mantiene la tendencia de meses pasados, con un nivel de producción prácticamente constante en relación al mismo mes del año pasado. Por su parte, esperamos que las ventas minoristas continúen desacelerando su crecimiento, con una variación anual de 10%. Finalmente, el trimestre móvil de desempleo se ubicaría en 7,3%.

 

Al día siguiente, se conocerá el Imacec de enero, donde estimamos un crecimiento anual de 9,3%, reflejando también un retorno a niveles tendenciales.

(Fuentes: AFP CAPITAL, BANCO CENTRAL, BLOOMBERG, DIARIO FINANCIERO, EL DÍNAMO, INFOBAE, SANTANDER)