Visión de Mercado: Febrero 01 de 2020


Luego de un cierre de enero muy volátil, volvió a imperar el buen ánimo.

Los mercados financieros revirtieron parte de las perdidas exhibidas a fines de enero, a la vez que la volatilidad generada por las compras coordinadas de inversionistas minoristas también se disipó. En tanto, las bolsas internacionales aumentaron en línea con la disminución de los contagios, buenos resultados corporativos y el avance de las negociaciones para un nuevo estímulo monetario en EE.UU. Adicionalmente, el ánimo de los inversionistas se vio estimulado por la aceptación de Mario Draghi, ex presidente del Banco Central Europeo, de formar un nuevo gobierno en Italia.

Por su parte, el dólar global se apreció como contracara a la depreciación del euro por el retraso en la reapertura de la economía del Viejo Continente y las dificultades que ha presentado en el proceso de vacunación. Otro factor detrás del ajuste del dólar es el aumento en la pendiente de la curva de rendimientos de EE.UU.

En la semana, el PMI manufacturero de ISM (Institute Supply Management) para EE.UU. se desaceleró en el margen hasta 58,7 puntos en enero, desde los 60,5 puntos registrados en diciembre. Esto, en línea con el aumento en el número de casos que hubo en ese periodo. La tasa de desempleo de enero se ubicó en 6.3% versus 6.7% esperado por las encuestas. En tanto, la creación de empleo no agrícola fue de solo 49 mil, mientras que se esperaba un aumento de 105 mil puestos de trabajo. En la misma dirección, se revisó fuertemente a la baja la creación del mes anterior. Pese a la recuperación en la tasa de desempleo, la baja creación de puestos de trabajo hace notar que aún el mercado laboral se mantiene presionado por el impacto de la pandemia y los esfuerzos por contenerla. Así, destacaron los aumentos de empleo en el sector servicios, mientras que la destrucción de trabajo continuó asociada a los sectores de ocio y retail.

 En la zona euro, el PIB del cuarto trimestre cayó 5,9% a/a, aunque menos de lo anticipado (-9%), mientras que el PMI manufacturero estuvo levemente por sobre lo esperado (54,8 enero vs. 54,7 est.). Por su parte, en China, el PMI manufacturero se ubicó en 51,3 vs. 51,6 estimado.

En el mercado local, el IPSA se acopló a la tendencia global y cerró con un alza de más de 3.5%. Por su parte, el tipo de cambio se depreció cerca de 1% en la semana y alcanzó niveles que no se observaban desde septiembre de 2020. Este desempeño estuvo en línea con la apreciación global del dólar y la caída que registró el precio del cobre, mientras que fue mitigado por el avance de varias comunas de la Región Metropolitana en el plan Paso a Paso. Las tasas de los bonos de gobierno exhibieron movimientos mixtos. Las tasas nominales presentaron alzas acotadas, mientras que los instrumentos en UF continuaron disminuyendo ante expectativas de que la inflación se acelere en los próximos meses. Sin embargo, estimamos que este aumento en los precios será de carácter transitorio y la inflación cerrará el año bajo 3%.

Un IMACEC algo mejor de lo previsto marca una contracción preliminar del PIB 2020 de 6%

El último Imacec de 2020 no alcanzó a ser positivo (-0,4% a/a), aunque estuvo por encima de lo anticipado y determinó que el trimestre cerró con una contracción de 0,4% a/a vs. -9,1% del trimestre previo. En tanto, la variación del PIB 2020 habría sido de -6%, la mayor desde la crisis bancaria de los años 80, pero una de las menores dentro de la región.

Hacia delante las expectativas han mejorado algo en el último mes. En particular, la confianza empresarial (IMCE) que había sufrido un retroceso cuando se ampliaron las restricciones de movilidad en diciembre, volvieron a repuntar y alcanzaron máximos previos al estallido social. En tanto, el Informe de Percepción de Negocios del Banco Central, si bien señala que la situación se deterioró en la última parte del año, apunta a una recuperación en 2021.

El Fisco cerró 2020 con un déficit de 7,4% del PIB

Los ingresos del Fisco durante 2020 equivalieron a 20,2% del PIB versus 21,4% en 2019. En los meses centrales del año –como consecuencia de las medidas de alivio tributario para capear la crisis sanitaria– tuvieron una importante caída. Sin embargo, esto se fue revirtiendo progresivamente y en diciembre alcanzaron niveles similares a los de 2018. Por el contrario, el gasto total recibió un fuerte empuje cuando se consolidó la implementación del Ingreso Familiar de Emergencia y el Bono Clase Media, pero luego convergieron a la dinámica de un año “normal” en los últimos meses. En el global, el gasto total alcanzó un 27,6% del PIB.

En el balance general, el Fisco cerró el año con un déficit de 7,4% del PIB, lo que fue sustantivamente menor que el 8,2% proyectado en el Informe de Finanzas Públicas del tercer trimestre. La causa principal de esta diferencia se encuentra en un significativo incremento de la recaudación minera como consecuencia de un mayor precio del cobre. Por su parte, la deuda pública escaló hasta 33,0% del PIB, lo que supuso un aumento de 6,1 pp con respecto al cierre del año previo. En la comparación internacional, se trata de una variación baja. Por ejemplo, Brasil, México y Perú incrementaron su deuda en torno a 12% del PIB y los países desarrollados tuvieron aumentos aún mayores.